LA SECRETARÍA DE GOBIERNO DE SALUD DUPLICÓ EL MONTO DESTINADO A
CUBRIR LOS TRATAMIENTOS DE PERSONAS CELIACAS SEGÚN EL ÍNDICE DE PRECIOS AL
CONSUMIDOR OFICIAL DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS (INDEC).
En el marco del Día Internacional
de la Enfermedad Celiaca que se celebra cada 5 de mayo, la Secretaría de
Gobierno de Salud, a cargo de Adolfo Rubinstein, aprobó la Resolución 757/2019
que actualiza los montos que debe cubrir las obras sociales y prepagas a
personas celiacas.
La Ley N° 27.196 de enfermedad
celiaca, que modifica la Ley 26.588, establece entre otras cosas, la
obligatoriedad por parte de las obras sociales y entidades de medicina prepaga
de brindar cobertura en el tratamiento de las personas celiacas, incluyendo
harinas, premezclas u otros alimentos industrializados certificados como libres
de gluten.
La cobertura de estos alimentos se
establece según requerimientos nutricionales, y su valor debe ser actualizado
periódicamente de acuerdo al índice de precios al consumidor oficial del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La actualización aprobada en mayo,
incrementó el monto de $ 479,26 a $ 900,090 y por primera vez el cálculo de la
actualización se hizo en base a una Canasta Básica Alimentaria Sin TACC que fue
realizada entre la Secretaría de Gobierno de Salud y el INDEC.
¿Qué es y cómo se trata la enfermedad celíaca?
Es una intolerancia permanente al
gluten, una proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno, que
afecta al intestino delgado de las personas con predisposición genética. La
enfermedad puede aparecer en cualquier momento de la vida, desde que se
incorpora gluten a la alimentación hasta la adultez avanzada.
El consumo de gluten por una
persona con celiaquía afecta la mucosa del intestino y disminuye la capacidad
de absorber nutrientes.
Presenta un cuadro clínico
complejo y los síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra,
o no presentar síntomas. Esa variabilidad hace que muchas veces el diagnóstico
se retrase.
Algunos de los síntomas más
comunes son: diarrea crónica o malabsortiva; distensión abdominal y dolor;
pérdida de peso; desnutrición; anemia; aftas orales; constipación; baja
estatura; abortos a repetición, menarca tardía, menopausia precoz; reflujo
gastroesofágico; trastornos del esmalte dental; caída del cabello, uñas
quebradizas; osteoporosis y fracturas óseas con traumas mínimos; cefalea,
depresión; convulsiones con calcificaciones occipitales; y parestesias,
tetania, calambres.