La importancia de la nutrición en los primeros meses de vida
La nutrición
recomendada para los lactantes de 0 a 6 meses es la leche materna.
Su ingesta mejora el desarrollo infantil y el buen funcionamiento de todos los
órganos.
Además, se ha probado
que una nutrición con leche materna en la temprana edad aumenta el coeficiente
intelectual del niño facilitando su desempeño escolar.
De todas formas, es
conveniente proporcionar en paralelo una alimentación
complementaria segura y adecuada según el historial clínico y el
seguimiento pediátrico.
- Además, la lactancia materna es
beneficiosa para niños de 6 a 23 meses. Reduce la mortalidad neonatal y
aminora el riesgo de obesidad y sobrepeso.
- La madre también se ve beneficiada, ya que
reduce las chances de contraer cáncer de ovario y de mama.
- A partir de los 6 meses, las necesidades
del niño aumentan y por lo tanto una buena nutrición requiere de otros
hábitos fundamentales:
- Ayudar a comer a los niños lenta y
pacientemente alentando la ingesta pero sin forzarlos, prestar atención y
mantener contacto visual y auditivo durante el momento.
- Mantener buenos hábitos de higiene y
manipular correctamente los alimentos (no cortar la cadena de frío de
aquellos que requieren conservarse en refrigeradores).
- Proporcionar pequeñas cantidades de
alimentos aumentando gradualmente la variedad y consistencia de los
mismos.
- Aumentar el número de comidas diarias y
adicionar suplementos vitamínicos.
Una vez cumplida la
etapa inicial de la vida, los alimentos para una correcta nutrición deberán
contener necesariamente:
- Agua. La función principal del agua es transportar los nutrientes a las
células y ayudar a la digestión manteniendo los riñones sanos, entre otras
cualidades.
- Hidratos de carbono. También llamados carbohidratos, glúcidos o
azúcares.
- Proteínas. Contenidas en la leche materna, huevo,
carne, pescado, leche de vaca, soja, arroz, entre otros alimentos.
- Grasas y aceites. Chocolate negro, quesos, frutos secos,
aceite de coco, semillas de chía, entre otros.
- Vitaminas. Existen en la leche, manteca, queso,
zanahoria, brócoli, melón, mango, ternera, pollo, entre otros.
- Minerales tales como calcio, fósforo,
magnesio, sodio, entre otros.
- Fibras. Algunos ejemplos son la lechuga, acelga, zanahorias crudas,
espinaca, batatas, calabaza, brócoli.
Fuente: La Nación