La donación de sangre es un acto
altruista para el que no hay que tener condiciones excepcionales, únicamente la
conciencia de que es necesaria para alguien (o para nosotros mismos ya que 9 de
cada 10 personas la necesitarán en algún momento de su vida) y las ganas de
dedicarle apenas media hora. Cualquier persona con buen estado de salud, mayor
de 18 años y menor de 65, y que pese más de 50 kg puede donar sangre.
Sólo el haber padecido
determinadas enfermedades (hepatitis, sida, paludismo, tumores y otras), haber
estado enfermo en los días previos a la donación o haber tomado algunos
medicamentos, hacen que una persona no sea candidato a donar en un momento
determinado.
En cualquier caso, el personal de
salud que hace las colectas de sangre,
hará unas pruebas y algunas preguntas para saber si el donante estás en
condiciones de realizar la donación. En los casos que se lo excluya
temporalmente, una vez transcurrido el período indicado, puede volver a presentarse para donar.
El acto solidario de la donación
de sangre es fácil y todo aquel que cumpla con los siguientes requisitos,
puede hacerlo.
Donar es seguro ya que todo el
material utilizado es estéril y de un sólo uso. Los donantes pasan además un
pequeño reconocimiento médico y todas las donaciones son analizadas.
Fuente: Secretaria de Gobierno de Salud.